A menudo para acabar con estos residuos se opta por quemarlos, trasladando la contaminación a la atmosfera en forma de grandes cantidades de sustancias tóxicas. Los neumáticos liberan sustancias como mercurio, plomo y monóxido de carbono todas ellas vinculadas directamente a la perdida de salud .
Durante el pasado siglo se extendió la práctica de utilizar los neumáticos para crear arrecifes artificiales en el fondo del mar, lo que ha generado la destrucción de enormes extensiones de fondos marinos y la contaminación masiva de los océanos.